QUÉ QUEDA DE TI
Tenías un aire tímido pero a
la vez altivo,
los rasgos suaves, el cuerpo
fibroso y ágil,
delicadamente varonil, casi
femenino,
dualidad efébica apenas rota
por la gravedad de tu voz,
por aquella mirada afilada y
curiosa,
a veces obnubilada y reflexiva,
que observa la vida con ilusión
y soberbia.
Revisando tus viejas fotos
en esta tarde
triste y ventosa de casi
otoño
has vuelto a preguntarte qué
queda de ti,
de aquel que tú has sido,
de aquel joven juncal y aguerrido
cuya voz llenaba el aire
de dardos y amapolas,
de aquella mirada firme,
de aquel andar decidido,
de aquella sonrisa fácil,
vibrante y generosa.
Como el tiempo desvanece los
colores
en las viejas estampas
así ha desgastado tus rasgos
juveniles,
ha endurecido tu rostro,
ha endurecido tu rostro,
ha pintado en tu boca una
mueca de ironía
y un deje de amargura en tu
mirada.
¿Sabiduría? ¿Decadencia?
Pero en tus ojos cansados
permanece un tenue destello
de aquella antigua ilusión.
Y hoy quiero creer y creo
que es el amor a la Vida ,
que es el amor al Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario