Hace años
con dolor comprendí
que sólo
somos simios sofisticados,
violentos primates
bípedos de la sabana;
que apenas
la arquitectura del amor nos salva,
con todas
sus trampas y sus prodigios,
del grotesco
mono que nos habita.
Miedo, deseo,
ira y dolor
son los
sentimientos que nos nutren.
De todos ellos
el miedo es el más poderoso:
Miedo a la
pérdida, miedo a la muerte,
miedo a
cambiar, miedo a arriesgar,
miedo a
decidir, miedo a vivir.
El miedo nos
ata a vidas vulgares,
el miedo nos
aísla, nos divide,
nos instala
y nos bloquea,
el miedo nos
impide rebelarnos.
Para ser
libres y felices
hay que
perder el miedo al miedo.
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