¿Y me
preguntas hoy por qué estoy triste?
De los álamos
vengo.
Ángel González
Me
preguntas por qué estoy triste, amor,
en esta
tarde de casi invierno
Fuera
el viento azota las calles heladas
las
alamedas desnudas
Aquí
hace calor y mi corazón se arrastra
tras
los acordes de un blues
que
suena al piano
Reja de
escarcha es el cristal
cortina
de lluvia helada
Al otro
lado del vidrio el tiempo se ha detenido
y fluye
lento, muy lento
como
una injusta condena
en
cambio en éste
me ha
sorprendido el reflejo
de un
extraño cuarentón de gafas
Al otro
lado del vidrio
en las
aceras se acumulan despojos
de
vidas rotas tiradas como viejas
muñecas
de trapo
Entre
ellos sigue el trajín de hombres de viento
los
afanes de mujeres de agua
Hijos
del barro y de la luz
¡qué
poca cosa vuestras humildes fuerzas
frente
a tanto bárbaro destrozo!
Volverán
las noches de volver a casa
con las
manos negras y el corazón sudado
con un
clavel en el ojal y una sonrisa en los labios
Pero
ahora déjame que te diga, amor,
que en
esta tarde de otoño
me
siento triste y cansado.
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