acaso
un decadente
fond de
tapisserie
Le ha
sorprendido al viajero
su
estridente silencio
Tras la
tormenta
el aire
es pesado, denso
Entre
la bruma
una
barca reposa mansamente
en la
quietud de las aguas negras
la
sombra de su quilla
insinuándose
levemente
en la
lámina oscura
Más
allá, en la orilla,
los
eucaliptos despliegan
en
surgencias de verde fuego
toda su
sinfonía vegetal
El
viajero ha parado
y ha
guardado esta estampa
en su
pequeña máquina
que
colecciona milagros.
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