martes, 6 de marzo de 2012

NEGRAS AGUAS




Llueve y el Ebro fluye inmenso y triste
en este día gris de fin de invierno.
He recorrido los sotos desnudos,
me he adentrado en el silencio
espeso de las alamedas,
lúgubres como viejos osarios,
y al borde de las aguas,
negras como el Aqueronte,
he derramado unas lágrimas
recordándote.

Bandadas de gansos cruzaban los cielos
trazando ruidosas su signo de victoria
y he pensado en el ciclo de la Vida
y en su eterno retorno.

Ha sido un invierno triste y difícil
pero la primavera ha de llegar
hermosa, salvaje, rebelde,
inundándolo todo
de luz y de alegría.