martes, 3 de septiembre de 2013

TAL VEZ SEPTIEMBRE














Con sus mañanas de áspero cierzo y sus tardes cálidas y breves tal vez septiembre nos traiga las respuestas.

Déjate sorprender.

No temas que tu senda se hunda en esta lava ardiente que anega los sembrados.

Tal vez acabe pronto este tiempo de violetas y empiece a renacer la luz y la alegría.

No eres ningún ingenuo, sabes bien que la esperanza es, en estos días acres, una flor de pétalos delicados.

Sabes que están allí, trazando poco a poco sus planes de progreso; que en nombre de la democracia y los derechos humanos volverán a comerciar, con educado cinismo, con la carne y la sangre de los inocentes.

Sabes que para salvar la libertad, para salvarte, pondrán precio al agua, al sol, a la salud,  a tu sudor y a la vida de tus hijos.

Sabes que aún tendrás que ver muchos mares emponzoñados, muchos eriales áridos y yermos cubiertos de amapolas degolladas.

Pero por todas partes has visto el miedo, la ira, la rabia y el dolor en el océano que inunda muchos ojos.

Por eso esperas el día en que todo ese chapapote de codicia e infamia que han creado se alzará violento contra ellos.

Será como un inmenso tsunami pútrido y siniestro que arrasará su mundo y de él no quedará ni su recuerdo en una tumba de piedra,

ni un mísero ladrillo,

ni un solo brote,

ni una brizna de hierba.

No sabes cuándo ni cómo llegará ese día dichoso.

Tal vez septiembre nos traiga las respuestas.