sábado, 1 de junio de 2013

FLORES MUERTAS

Se prolonga la crueldad de esta árida primavera
que tapiza de flores muertas el ocaso de tus días,
y a pesar de todos los desvelos de tantos seres de luz
el dolor es la única fruta que adorna muchas mesas
y la demencia la única, tenebrosa y terrible escapatoria.

Escribes esta noche para no sucumbir al dolor y la locura,
escribes porque te duelen demasiado las heridas de otros,
porque sientes que tus fuerzas flaquean,
porque sabes que no siempre es suficiente refugiarse
en los pequeños placeres, en los prodigios cotidianos
que siempre generosa la Vida te regala.

Qué frágil es el delicado hilo de seda que nos aferra
a la vida y la razón, qué difícil a veces encontrar un motivo,
un solo motivo para seguir adelante.
Te equivocas tal vez porque miras los ojos dolientes
que te miran y no el mar que en ellos se refleja.

Flores ajadas en el ocaso de esta triste y fría primavera,
muertas en vida  que te piden respuestas que no quieres dar
porque es injusto dar consejo con una piedra en el zapato
a quien sufriente y cansada arrastra una pesada losa,
porque es inútil tratar de encender fuego bajo la lluvia.

Flores marchitas anhelando humedales que renazcan sus vidas,
flores heladas esperando un verano que no va a llegar.