viernes, 27 de abril de 2012

ESTRÉS

















Vivir lenta la vida siempre quisiste,
no permitirte más locuras
que las locuras de amor
ni más excesos que aquellos
que tu cuerpo y tu alma toleran gratamente.

Siempre quisiste vivir la vida con pasión
pero saborearla lentamente,
disfrutar de cada instante,
de cada mirada,    
de cada sonrisa,
de cada abrazo,
de cada beso,
de cada rayo de luz entre las sombras.

Nunca quisiste sufrir por callar
ni causar dolor por hablar demasiado.
No hacernos daño ni dañar a nadie
es la dorada ambición de los más sabios.

Vivir la vida con el ritmo pausado y lento del viajero
siempre quisiste,
disfrutar de cada paisaje,
de cada aroma, 
de cada sueño,
de cada música,
de cada verso,
de cada rayo de luz que alumbra el barro.

Pero hoy una mujer sabia te ha dicho
que te equivocas, que te estás destrozando
por correr demasiado.
Al momento has sabido que tenía razón,
que te duelen los besos que no has dado,
que te pesan las palabras que has callado
 y los silencios que no te has permitido,
que es mucho el amor y mucha la belleza
que no has sabido dar o disfrutar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario