domingo, 19 de junio de 2011

EL VIAJERO Y EL DIABLO
























En cuanto vió las brasas ardientes
satánicas de sus ojos
supo que aquel enorme perro gris
llevaba la muerte en sus fauces
que en tan estrecho camino
no podría escapar
al furor de sus dientes asesinos

Retrocedió, pensó en evitar prudente
el encuentro; pero entonces
vinieron a su mente las palabras
del sabio maestro Confucio:
“confía en ti mismo y no temas avanzar
si sientes que la verdad ilumina tus pasos”
Se armó de valor y de una gruesa rama de sauce
y acometió decidido a la bestia.

Ahora que la vida escapa a borbotones
de su cuerpo maltrecho
y siente en la cara
el fétido aliento de la muerte
recuerda el consejo
del cauto estratega Sun Tse:
“no libres más batallas
que aquellas que vas a ganar”.

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