miércoles, 29 de junio de 2011

VEINTINUEVE DE JUNIO

















Decidme, ¿a dónde conducirá esta senda
que desde aquí asciende y se pierde entre la bruma?
El viajero lo ignora mas inicia apasionado el camino

Una intensa y exquisita emoción agita su cuerpo y su alma
Inquieto y nervioso como un padre primerizo
espera el momento en que surja la tierra soñada
que ha estado aguardando desde hace tanto tiempo

Mira a los suyos y sabe que viaja en excelente compañía
que entre ellos habrá siempre un nido vacío
para el pájaro viajero para el pájaro herido
que entre ellos habrá siempre un rato para compartir
sus mejores sonrisas sus mejores licores
sus mejores caricias

Mira a los suyos y sabe que aún está aprendiendo
a acogerse a las sombras de las mujeres-árbol
y a cobijar a ellas tiernamente entre sus ramas
Pero es hombre y tímido, amigas mías,
sed pacientes con su torpeza

No ignora que inicia el camino porque aprendió
a mirar el mundo con los ojos de los olvidados:
del inmigrante sin papeles de la mujer humillada
de aquel que en el lejano Oriente gime de dolor
con el cadáver de su hijo entre los brazos
Quienes le amaron le enseñaron a convertir su dolor en rebeldía

Ese es el impulso que nos mueve y que nos une
da igual de dónde venga
Somos hijos del barro y la libertad
pertenecemos a una estirpe vigorosa
aunque a veces lo olvidamos
y andamos a cuatro patas
y roemos los despojos del camarada caído
y derribamos la casa vecina que da sostén y fortaleza a la nuestra.

Pero a veces cuando nos lo proponemos
somos capaces de unir nuestras voces
para tejer con ellas prodigiosas sinfonías multicolores
bajo las que guarecernos en las noches de tormenta
Y hoy hemos compuesto una de ellas.

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